Tomates rojos, firmes, jugosos… demasiado adecuado para este día viernes romántico. Obviamente estás cansada porque la semana ha sido larga, pero date un baño, cambia el switch y pon una botella de vino blanco a refrigerar. Esta receta es sencilla, pero debes poner atención en el horno, ya que toma su tiempo asar los tomates para que queden con un sabor increíble. Reflexiona bien si tu horno está a punto o es de esos que tienen su propia personalidad, siempre precaliéntalo y no olvides apagarlo cuando termines, mira que hay personas que se les pasa… y cualquier interpretación subida de tono a este respecto… es tu responsabilidad.
Ingredientes
(2 personas)
- 1 taza de arroz Tucapel Gran Selección grado 1
- 4 tomates grandes
- 2 puerros
- Mix de jamón: york, cocido, pierna, ahumado, serrano, etc.
- 1 bandeja de champiñones pequeños
- 1 paquete. de queso filadelfia
- Queso parmesano para rallar
- Hojas de albahaca
- 2 ajos molidos
- Azúcar
- Aceite de oliva, sal
Para acompañar: mix de lechugas y achicoria con aceto balsámico y soja.
1.- Extrae la pulpa de los tomates, dejando lo suficiente para que queden como tacitas para rellenar.
2.- Dispón los tomates en la lata del horno, y al lado, esparce la pulpa y el puerro cortado en rodajas.
3.- Rocía todo con aceite, sal, orégano, ajo molido y una buena cantidad de azúcar. Al horno por 20 minutos a fuego suave.
4.- Mientras tanto, prepara el arroz sofriéndolo suavemente y luego hirviéndolo en 2 tazas de agua por 20 minutos -así irás casi a la par con la otra preparación-, aromatizándolo con albahaca.
5.- Saca la lata del horno. Primero, mezcla el puerro con la pulpa, el mix de jamón, los champiñones picados en láminas, el arroz y el queso filadelfia.
6.- Después, rellena los tomates con cuidado-estarán un poco blandos, pero es la idea-, rocía con un poco más de aceite de oliva, algunas hojas de albahaca picada y si estás arriesgada… quizás ajo en polvo.
7.- Deja en el horno 10 minutos más y luego ralla el parmesano locamente por encima, vuelve al horno, pero esta vez apagado, hasta que sirvas.
Decora con más albahaca y sirve junto a una ensalada verde de lechugas y achicoria, con aceto y soja, que le aportarán a la receta la acidez necesaria y estimulante en medio de tanta dulzura.